Cuando uno piensa en unas vacaciones al borde del mar bajo el sol de la Costa Azul le viene enseguida a la mente la estación balnearia favorita de todos los veraneantes sin excepción: Saint-Raphaël. Además de su majestuoso entorno dominado por una preciosa paleta de azules, verdes y ocres, este destino estrella tiene mucho más que ofrecer que un paisaje natural de cautivadora belleza. ¡Deje que le describamos las múltiples facetas que harán que caiga irremediablemente bajo el hechizo de esta joya del Var!
1. Pasear por la ciudad
Parece evidente pero tendemos a olvidarlo. Nada mejor para descubrir una ciudad que recorrer sus callejuelas a pie dejándose guiar por el azar o por sus deseos. Al pasear por las callejuelas angostas del casco antiguo, se topará en su recorrido con el Museo Arqueológico, la torre San Rafeu, la basílica de Notre-Dame de estilo neobizantino e incluso el arte urbano si apuesta por seguir el recorrido consagrado al arte callejero. Como ve, ¡en Saint-Raphaël hay opciones para todos los gustos!
2. Dejarse cautivar por el macizo del Esterel
Hechizante, así podría describirse este macizo único. Antes de que se formara el Mar Mediterráneo, el Esterel era, en realidad, un pedazo de África que se desprendió del continente africano. Eso explica quizás la presencia de la roca rojiza tan característica del lugar. Se trata del lugar perfecto para caminar o pedalear en un decorado sublime entre la tierra y el mar. ¡Pura magia!
3. Caminar y admirar la belleza del sendero del litoral
Seguimos con el tema del senderismo con el próximo destino imprescindible de Saint-Raphaël: el sendero del litoral. Este sendero de 12 km de extensión, accesible a todos los públicos, sale del Puerto de Santa Lucía y culmina en Agay y le irá desvelando las bellezas del litoral del Var entre calas y playas. Durante el paseo, estará rodeado por el Mediterráneo a un lado y, a otro, el macizo del Esterel. ¡Un auténtico sueño! Ojo, deberá calzarse unas buenas zapatillas de andar para poder disfrutar del paseo con total seguridad.
4. Relajarse en las playas de Saint-Raphaël
Con sus 36 km de litoral, tendrá espacio más que suficiente para tirarse a la bartola y poner los pies a remojo. Ataviado de una toalla de playa y todo lo necesario para pasar una agradable jornada en la playa, el litoral de Saint-Raphaël le ofrece un amplio abanico de playas entre las que elegir para usted y su tribu o su pareja. Cantos rodados o arena, cala recóndita o calita con encanto: no le resultará fácil elegir, pero podrá cambiar de decorado marino en función de sus deseos (e incluso cada día si le apetece) ¡y eso es fantástico! Si busca una playa para chapotear de forma totalmente segura con su familia, decántese por las playas vigiladas de Le Veillat, Beaurivage, Le Dramont o Agay.
5. Perderse por los jardines de la ciudad
Una pausa en la naturaleza en plena temporada estival siempre sienta bien. Y, para ello, hay dos lugares perfectos en Saint-Raphaël: el jardín de Bonaparte y el jardín de L’Île Verte. El primero está situado en el puerto viejo y les encantará a los peques gracias a sus zonas recreativas mientras que el segundo, más íntimo, es un jardín botánico muy florido que alberga una vegetación mediterránea de lo más variada. ¡Un decorado sin duda idílico para dar paseos acaramelados de la mano de su pareja!
6. Cultivarse durante una visita al museo
Las vacaciones no son incompatibles con el aprendizaje y la cultura. Visitar museos es algo que siempre gusta, independientemente de la edad que se tenga. Para saciar la sed de conocimientos de todos, ponga rumbo al museo de la Prehistoria y la Arqueología submarina. Instalado en un antiguo presbiterio, alberga una colección de objetos hallados durante excavaciones arqueológicas submarinas y posee una parte consagrada al Paleolítico, algunos de cuyos vestigios fueron encontrados en la región. Y cambiando totalmente de registro, ¿por qué no visitar el museo Louis de Funès, que le sumergirá en la vida y obra del actor favorito de los franceses?
7. Coger aire durante una travesía en barco
La siguiente actividad hará las delicias de los marineros de agua dulce que deseen hacerse a la mar. ¿Qué mejor que un paseo en barco para descubrir la belleza del litoral del Var desde el mar con el cabello al viento? Los marineros más veteranos podrán alquilar un barco y navegar por el Mediterráneo al compás de sus deseos y dejarse invadir por esa indescriptible sensación de libertad que solo brinda la navegación. Y, los marineros más novatos que no dispongan del permiso necesario, podrán elegir el circuito que más les apetezca y dejar que el capitán se coloque al timón. En todos los casos, el disfrute está garantizado, ¡palabra de lobo de mar!
8. Descubrir la belleza de los fondos marinos durante una sesión de buceo
Saint-Raphaël se descubre en tierra firme… ¡y también bajo el agua! Encontrará numerosos spots de buceo a lo largo del litoral y, tanto si es usted novato como un buzo veterano o experto, esta actividad está disponible a todos. A los pies del macizo del Esterel podrá descubrir la excepcional fauna y flora acuáticas que habitan las formaciones rocosas y encuentran en ellas un refugio de excepción. A los aventureros en busca de emociones fuertes les alegrará saber que multitud de pecios, vestigios de la Segunda Guerra Mundial, habitan los fondos y esperan ser explorados. ¿A qué está esperando para colocarse la máscara y las aletas?
9. ¡Un alojamiento fantástico para su escapada al Var!
A la hora de elegir su campamento base en Saint-Raphaël, ¡piense en nuestra residencia Douce Quiétude! Para combinar confort, espacio y lujo, nada mejor que nuestros apartamentos de decoración sobria y depurada. Además, podrá disfrutar de una piscina privada reservada exclusivamente a los residentes, un spa, un lobby bar así como aparcamiento subterráneo. ¡Sus vacaciones de ensueño en el Var arrancan en la residencia Douce Quiétude!
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