En el punto más alejado de Bretaña, último pedazo de tierra antes de la inmensidad del Atlántico, el Finisterre cautiva a visitantes de todo tipo por su excepcional litoral, su folclore, su gastronomía y su encanto. Pero eso ya lo sabía cuando eligió este rincón del paraíso para sus vacaciones. Abordemos ahora la otra cuestión fundamental para unas vacaciones de éxito: ¿qué hacer y qué visitar en el Finisterre? En este artículo respondemos a esa pregunta, para que el Finisterre no tenga (casi) secretos para usted.
Brest
Brest, punto de partida de su recorrido por el Finisterre, es una ciudad portuaria llena de encanto. Con su puerto, considerado uno de los más bellos de Francia, el Museo Nacional de la Marina y Oceanópolis, su parque temático dedicado al océano, no cabe duda de que tanto las familias como las parejas tendrán mucho que hacer en esta ciudad costera bretona, que es aún más sorprendente de lo que parece.
Parque Natural Regional de Armórica
Este parque natural de 125.000 hectáreas, impregnado de magia y misterio, es ideal para desconectar del mundo. Entre el bosque de Huelgoat, cuna de numerosas leyendas, el de Cranou, perfecto para practicar senderismo, y el de Landévennec, donde el mar siempre está cerca, garantizan una experiencia inolvidable.
Península de Crozon
A medio camino entre Brest y Quimper, la península de Crozon es un verdadero pequeño paraíso, un secreto que atesora Bretaña: allí donde la tierra se encuentra con el mar en preciosas calitas de aguas cristalinas, ofreciendo el escenario perfecto para crear maravillosos recuerdos en familia o en pareja… y recordándole lo hermosa que es Bretaña (¡por si lo había olvidado!).
Quimper
Un poco más al sur, Quimper también merece una visita durante sus vacaciones en el Finisterre. Su capital, Cornualles, una ciudad cargada de arte e historia, con casas con entramado de madera y ménsulas así como pasarelas que cruzan el río Odet, cautivará los corazones de todos y brindará la oportunidad de (re)descubrir las especialidades bretonas: el marisco extra fresco, las crêpes y galettes, el kouign-amann y, por supuesto, el caramelo de mantequilla salada, por nombrar solo algunas.
Bénodet
En la desembocadura del río Odet, a pocos kilómetros de Quimper, el balneario de Bénodet es una joya del Finisterre meridional, perfecta para unas vacaciones en familia. Explore su hermosa costa a pie o en bicicleta, descubra sus faros y edificios históricos y disfrute del estilo de vida bretón. Tenemos otro as bajo la manga en nuestra estación balnearia familiar: los transbordadores que llevan a las islas Glénan, una de las maravillas del Finisterre que no puede dejar de visitar y de la que le hablaremos más adelante.
Pont-Aven
Conocida sobre todo por sus famosas galettes (con mantequilla semisalada, por supuesto), Pont-Aven también es apodada “la ciudad de los pintores”. De hecho, numerosos artistas, entre ellos Gauguin, acudieron a este pequeño rincón del paraíso bretón en busca de inspiración... ¡y la encontraron! Ahora le toca a usted dejarse seducir por este pintoresco pueblo bretón.
Concarneau
Prepárese para un viaje en el tiempo cuando visite la histórica Concarneau. Su ciudad amurallada, una isla fortificada de los siglos XV y XVI, es un magnífico vestigio histórico y uno de los destinos turísticos más visitados de Bretaña. Además de su patrimonio histórico y su apacible modo de vida, Concarneau posee una costa excepcional que se puede recorrer desde el GR 34, conocido como el “Sendero de los Aduaneros”. Quedará sorprendido por la belleza salvaje de la costa del Finisterre (¡algo habitual en Bretaña, por lo que parece!).
Névez
Si una de sus prioridades durante sus vacaciones en Bretaña es contemplar sus tradicionales casas de piedra, Névez hará realidad sus deseos. No solo encontrará las casas con tejado de paja tan características, ideales para una foto de recuerdo en un entorno típicamente bretón, sino también playas de arena fina y aguas turquesas perfectas para relajarse en familia o en pareja. No es casualidad que una de ellas haya sido bautizada como la “playa de Tahití”; con todos estos atractivos, Névez tiene todo lo necesario para convertirse en uno de sus destinos favoritos a orillas del mar en Bretaña.
Las islas del Finisterre
La siguiente etapa de su periplo, Penn-ar-Bed (nombre bretón con el que se designa al Finisterre, que significa “fin de la tierra”), le llevará mar adentro hasta las islas bretonas que jalonan la costa.
- Ouessant, dominada por su famoso faro de Le Créac’h, es la isla más grande y salvaje del mar de Iroise. El ecomuseo de Niou, dedicado a la vida de antaño, y el museo de faros y balizas, son visitas que no debe perderse.
- Sein: con su pequeño puerto lleno de coloridas embarcaciones, sus encantadoras callejuelas y sus majestuosos paisajes, este islote al borde del océano es una joya insular única.
- Molène, la isla del Finisterre con mayor riqueza en fauna. Nutrias, delfines, focas grises y aves marinas tienen aquí su hogar. También es célebre por su salchicha ahumada con algas.
- Archipiélago de las Glénan: con sus aguas turquesas, su arena blanca y sus paisajes de postal, estas islas del fin del mundo parecen un pequeño paraíso en el trópico, lo que les ha valido el sobrenombre de “Caribe bretón”. Una visita ineludible para todos los visitantes de la región del Finisterre.
Actividades náuticas
Para concluir este artículo, vamos a presentar algunas actividades para disfrutar con su familia o su pareja. Por supuesto, tendrá que hacerlo sobre las olas del mar de Iroise o del mar Céltico. Sí, es imposible pasar unas vacaciones en Bretaña sin practicar la actividad náutica que prefiera. ¡Y las hay para todos los gustos! Surf, kayak, kitesurf, windsurf, etc. Y para quienes no sean precisamente lobos marinos, recomendamos simplemente colocar la toalla en la playa y dejarse arrullar por el murmullo del mar.
Consejos para disfrutar al máximo de una estancia en el Finisterre: los campings Sandaya
Con su programa de vacaciones planificado, ahora, le ofrecemos algunos consejos para una escapada bretona perfecta:
- Un viajero prevenido vale por dos: para evitar decepciones, infórmese sobre los horarios de apertura de los lugares turísticos que desee conocer (por ejemplo, las islas Glénan solo pueden visitarse de abril a septiembre).
- Prepare bien su equipaje: el clima en Bretaña puede ser cambiante, así que no olvide llevar ropa adecuada para la lluvia, incluso en verano.
- La elección del alojamiento es esencial para unas buenas vacaciones: afortunadamente, gracias a la amplia gama de alojamientos que ofrece la hotelería al aire libre, encontrará para todos los bolsillos.
- Déjese llevar por sus deseos: las guías son útiles, pero a veces se encuentra con sorpresas agradables si improvisa un poco...
Alojamientos para todos los gustos en el Finisterre
Lo bueno de los campings Sandaya es la variedad de opciones disponibles para elegir su acogedor nido bretón:
- Mobil-homes clásicas para sentirse como en casa
- Parcelas para recargar las pilas cerca de la naturaleza y volver a las raíces del camping tradicional
- Alojamientos insólitos, como tiendas lodge que añaden un toque de originalidad
De Névez a Bénodet pasando por Clohars-Carnoët, los campings Sandaya le ofrecen lo mejor del camping para unas vacaciones bretonas 100% satisfactorias.
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