¡Anulación gratuita* hasta 14 días antes de la llegada!
Su camping Escale Saint-Gilles está cerrado en las fechas seleccionadas. Le sugerimos que amplíe su búsqueda seleccionando otras fechas.
Fechas de apertura:
El camping ha recibido la distinción Clef Verte
A tiro de piedra de la playa, allí donde el Odet se funde con el océano, el camping de 5 estrellas Escale Saint-Gilles, en Bénodet, le invita a unas magníficas vacaciones en camping en el sur del Finisterre. Con su espacio de bienestar, su parque acuático con piscina cubierta y toboganes, sus animaciones familiares y sus alojamientos de vacaciones para todos los gustos, las 9 ha del camping le tienen reservadas muchas sorpresas.
¡Su escala de este verano será paradisíaca!
Deslizamiento o relajación, piscina cubierta o descubierta, aquagym o bronceado, ¡cada cual podrá disfrutar del espacio acuático a su manera en el camping Sandaya Escale Saint-Gilles! Dispondrá de múltiples zonas de baño para satisfacer los deseos de toda la familia: espacio acualúdico para los niños, río tropical, piscina cubierta y climatizada, toboganes acuáticos y tobogán multipista… Para hacer una pausa, ¡acomódese en la terraza solárium que bordea las piscinas y relájese al tiempo que mantiene el ojo puesto en sus hijos!
Juegos, actividades creativas, veladas temáticas, ¡los recuerdos más bonitos de las vacaciones en familia se forjan en nuestros campings!
¿Le apetece un verano movidito? Descubra todas nuestras instalaciones y las actividades dirigidas por nuestros animadores profesionales.
Ya empiezan las verdaderas vacaciones: relájese y aproveche el espacio de bienestar del camping para desconectar. ¡Modo zen activado!
Entre el río Odet y el océano, ¡no podría soñar con una ubicación mejor que la del camping Escale Saint-Gilles en Bénodet para explorar el sur de Finisterre! En tierra firme, los marineros de agua dulce podrán dar un delicioso paseo al filo del río Odet, el “río más bonito de Francia”. Última parada: Quimper, declarada “Ciudad de Arte e Historia” y capital histórica de Cornualles. Si el cuerpo le pide mar, ponga rumbo al sublime archipiélago de las islas Glénan, que recuerdan a un atolón de la Polinesia. ¡Es aquí donde encontramos las aguas más cristalinas de toda Bretaña!
