Camping Mont Saint-Michel

El Monte Saint-Michel, uno de los monumentos más famosos del mundo, es una de las joyas de Normandía y con razón se le apoda “La Maravilla”. Antes incluso de poner un pie en el recinto, el visitante queda hechizado por su silueta que emerge de las aguas y parece sacada de un cuento de hadas. Y una vez allí, la magia sigue intacta, gracias sobre todo a su ambiente atemporal, el atractivo de sus callejuelas, sus numerosos museos y, sobre todo, su famosa abadía. 

Para aprovechar al máximo su estancia en Normandía, nada mejor que un camping Sandaya. Todo está pensado para responder a sus deseos: ¡parque acuático climatizado, clubes infantiles gratuitos, animación de la mañana a la noche para todas las edades, y múltiples actividades tanto en el camping como en los alrededores!

No es muy habitual descalzarse cuando se sale a pasear, pero es necesario para la travesía de la bahía que se realiza... descalzo. Acompañados por un guía (¡imprescindible!), ¡grandes y pequeños se embarcan en una experiencia única (como todo lo que tiene que ver con el Monte Saint-Michel) que gusta a todos! 

Una vez en el Monte, con los pies ya secos, es hora de sumergirse en la Edad Media y descubrir en familia la historia del Monte. Los pequeños Miquelots (como se llama a los habitantes del Monte) aprenden de todo divirtiéndose gracias a la búsqueda del tesoro o a los 4 museos del pueblo medieval... ¡igual que sus padres! Y esto es solo el principio del programa en el Monte, les esperan otras muchas actividades lúdicas en los alrededores. ¡La diversión no tiene límites!

¡No hay mejor escenario para una escapada romántica que el Monte Saint-Michel! Cogidos de la mano, los tortolitos explorarán todos los rincones de la villa y se dejarán hechizar por el encanto del pueblo, las murallas y, sobre todo, la abadía, una parada imprescindible para entender mejor la identidad de este tesoro de la Mancha. 

Después de una bonita jornada en el Monte, lo mejor del espectáculo llega al final del día: ¡2 horas antes de la marea alta, siéntese en lo alto y observe el insólito fenómeno de las mareas altas que rodean el Monte y lo vuelven a convertir en una isla! Ver subir el mar como caballos al galope es impresionante, fascinante, casi mágico. Compartir este momento con un ser querido resulta aún más mágico e inolvidable.